Kiosko y Más

Una puerta abierta al mundo

Texto de AIDA ESTHER LORENZO. Delegación de Tenerife.

Conocí la existencia de Manos Unidas en la parroquia, hace muchos años, aunque no sabía mucho sobre su labor. Pasó el tiempo y mi vocación me llevó a trabajar con el profesorado de Religión. Así me acerqué más a Manos Unidas, a partir de algunos proyectos para trabajar con los alumnos, con el fin de que se acercasen a otras culturas. Aprendimos canciones, bailes… La labor de la organización era una puerta abierta al mundo.

Pasó más tiempo y me llegó la jubilación, y apareció de nuevo ante mí Manos Unidas y su Campaña, con un lema que me llegó al corazón: «Contagia solidaridad para acabar con el hambre». Porque contagiar no siempre es negativo, se puede contagiar la alegría, la esperanza, las ganas de vivir… La Campaña no solo me ha hecho pensar en lo que le falta a los demás, sino en lo que necesito para ser verdaderamente feliz. Por estas razones y alguna más, me he decidido a ser voluntaria para intentar llevar a todos los centros educativos el material que ayude al alumnado a desarrollarse como personas en todos sus aspectos y ayudar así a la integración de todos los pueblos del mundo.

La acogida fue genial, enseguida me sentí integrada en el grupo. Dios dirá lo que pasará en el futuro ●

Entré como voluntaria en Manos Unidas hace casi tres años. Fue nuestro Consiliario, con el que colaboraba en su parroquia, quien me incorporó a la delegación de Jerez. Siempre me gustó mucho la labor de Manos Unidas y la fui conociendo más a fondo a través de él.

Empecé colaborando estrechamente con la antigua delegada en las relaciones institucionales, la organización de actos y las visitas a las sedes comarcales. Al poco tiempo fui con otros voluntarios a las Jornadas de Formación de Manos Unidas en El Escorial, lo que me ayudó muchísimo a conocer la ONG, su labor y dedicación a los más necesitados.

Cuando me nombraron delegada de Jerez, el pasado mes de septiembre, sentí en primer lugar «miedo» por la responsabilidad que contraía, máxime en estos tiempos difíciles de pandemia, y, a la vez, cierta ilusión. Me encontré con personas muy identificadas con Manos Unidas y con mucho conocimiento de la organización. Me he sentido muy arropada y gracias a ellas he podido continuar con la buena labor que desempeñó la anterior delegada. También me he sentido muy apoyada por los Servicios Centrales. Poco a poco vamos formando un equipo nuevo de voluntarias, captando socios… Y, con la ayuda de Dios, vamos para adelante. Cada día me siento más orgullosa de ser la delegada en Jerez.

Le pido a Dios que me eche una manita, junto a mi equipo, para «contagiar solidaridad» para con nuestros hermanos del Sur que tanto lo necesitan. Con esfuerzo, amor y esperanza lo conseguiremos ●

Nuestro Trabajo En España

es-es

2021-06-22T07:00:00.0000000Z

2021-06-22T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281835761663539

ABC