Los revestimientos naturales y el negro, con su fuerza estética, son los puntos focales del espacio.

Con vistas a una bahía del Mediterráneo, esta casa no tenía nada especial. Pero ahora, completamente rediseñada por los propietarios, se ha transformado en un hogar acogedor y con look contemporáneo, perfecto para vacaciones y escapadas. Rodeada de montañas y con el mar hasta donde alcanza la vista, es un chalé que ofrece un sublime paisaje. Su ubicación sobre la bahía, más que la casa en sí, fue lo que provocó el flechazo de los dueños. “Era una construcción típica de los años noventa. Hubiera sido bastante más fácil destruirla y empezar desde cero. Pero por razones ecológicas, prefirimos conservarla y rediseñarla en su totalidad”, explica uno de los dueños y autor de la reforma. “La casa se encuentra a unos doscientos cincuenta metros sobre el nivel del mar, pegada a la montaña. Queríamos mantener el espíritu de su entorno”.

UNA SABIA DECISIÓN

En un salón-comedor donde el contraste de revestimientos tiene tanto impacto visual, ¿qué mobiliario conviene elegir? Los propietarios de la casa, que posan a la derecha de estas líneas, lo supieron: muebles nobles y naturales que armonizaran por su autenticidad con paredes y suelos. Y… la imagen de la espectacular mesa con sobre macizo vale más que mil palabras.

En el salón, sillón gris Peggy, de Pols Potten, y mesas auxiliares, de HKliving y Zara Home. En el comedor, la mesa Kupu es de Cocktail Scandinave; las sillas Risom, de Knoll; y la lámpara Coral, de Moaroom.