ES MUY DIFÍCIL SABERLO El dolor que provoca un infarto se sitúa en el centro del pecho. Se trata de un dolor sordo, acompañado de una presión en el pecho, náuseas, sudoración o taquicardia. El que se origina en los pulmones suele ser más agudo, empeora al tomar aire o toser y hace que respirar sea más difícil. Pero cada persona es distinta, y el dolor provocado por un infarto puede presentarse de diferentes formas.

El dolor que acompaña a un infarto aparece cuando los músculos del corazón no reciben la suficiente cantidad de sangre, por lo que es más probable que suceda cuando se le somete a un gran esfuerzo. Cualquier molestia en el pecho que surja cuando estás haciendo ejercicio debe ser examinada por un médico. Si el dolor es repentino, severo, se extiende a los brazos, el cuello o la mandíbula y no desaparece después de 15 minutos, podría tratarse de un infarto. Hay muchas otras causas que provocan molestias en el pecho, como una indigestión, la ansiedad y los problemas musculares, pero lo mejor es descartar cualquier problema cardiaco.