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¿Qué es un asedio?

“Los equipos de Naciones Unidas han presenciado escenas que atormentan el alma. Los mayores y los niños, hombres y mujeres, no eran más que piel y huesos: demacrados, gravemente malnutridos, tan débiles que casi no podían caminar, y completamente desesperados por el más mínimo bocado de comida. A los rehenes se les da de comer.” – Secretario General de la ONU Ban Ki-moon sobre las zonas asediadas en Siria, enero de 201618

Mientras que un asedio llevado a cabo con objetivos militares no es necesariamente ilegal bajo la legislación internacional humanitaria, la par te que asedia no tiene permitido tomar a la población civil como objetivo o privarla de bienes de primera necesidad, como el alimento o el agua. La par te que asedia está obligada a proporcionar 19 acceso para distribuir ayuda humanitaria; el hambre de la población civil es una forma de combate prohibida por los Convenios de Ginebra y el Secretario General de la ONU ha afirmado que su uso en Siria supone un crimen de guerra. Organizaciones nacionales e internacionales 20 de derechos humanos han acusado reiteradamente al Gobierno sirio y a las par tes involucradas en el conflicto de utilizar el hambre como un arma de guerra en las zonas sitiadas. 21

El uso del término “asedio” se ha politizado en extremo y se ha sujeto a amplio debate en el contexto de Siria. Según Naciones Unidas, hoy hay 486.700 personas viviendo en 18 zonas asediadas en toda Siria, y lo que las define como 22 “rodeadas de actores armados con un efecto continuado sobre la asistencia humanitaria, que no puede entrar con regularidad, y sobre la población civil, las personas enfermas y heridas, que no pueden salir de forma habitual de la zona.” Aunque los asedios son llevados a cabo por 23 todas las par tes en conflicto, la ONU informa de que la gran mayoría –en 15 de 18 zonas– son desarrollados por el Gobierno sirio. Una zona se encuentra bajo asedio del Estado Islámico y dos por grupos armados de la oposición. 24 Otros 4,1 millones de personas viven en 135 zonas que la ONU ha designado como “de difícil acceso”. 25

Mientras estas cifras son escandalosas, muchos grupos internacionales y sirios –incluyendo a los socios de Save the Children– dicen que están seriamente subestimadas. En marzo de 2015, la SAMS calculó que al menos 640.000 personas vivían en zonas sitiadas, alrededor de tres veces 26 la cifra de la ONU en aquel momento. Un estudio de la ONG PAX y del Instituto de Siria de 2016 puso la cifra en más de un millón, mientras que un reciente informe de 27 Médicos Sin Fronteras estima 1,9 millones. 28

Par te de la discrepancia estriba en la dificultad de verificar los datos. Por ejemplo, en la ciudad de Douma en Ghouta oriental, las estimaciones acerca de la población varían entre 95.000 a más de 200.000.29 Otra par te recae en cómo se definen las “zonas sitiadas” y la complicada lista de comprobación de criterios para determinarlo. Los trabajadores humanitarios sirios que fueron entrevistados para este informe sostienen que los criterios son normalmente manipulados por las par tes sitiantes. “Cor tan una zona completamente durante unos meses, después dejan que entre la ayuda mínima, justo suficiente para asegurar que la zona se mantiene fuera de la lista de la ONU por una pequeña fracción de lo que se necesita. Entonces el asedio vuelve a ser tan estricto como siempre”, nos contó un trabajador humanitario sirio.

Uno de los ejemplos más llamativos de los retos que plantea el sistema de clasificación es la situación en Madaya. En diciembre de 2015, mientras que los residentes hambrientos de la ciudad empezaron a comer hojas ante la falta de alimentos, el informe mensual del Secretario General de la ONU sobre la situación humanitaria en Siria listó 15 zonas como sitiadas. Pero Madaya no estaba incluida. En el informe de enero de 2016 del Secretario General se añadió Madaya. Por aquel entonces, ya habían muer to de hambre 50 personas. 30

Otras zonas, como Al-Tall y Qudsaya, con una población conjunta de entre 171.000 y 600.000 personas, fueron citadas con frecuencia por los entrevistados como zonas que consideraban que estaban bajo asedio y afrontando una creciente escasez. Ambas están siendo vigiladas por la ONU como zonas objeto de preocupación, pero hoy no están en la lista de zonas asediadas. 31

El problema no es solo semántico: la designación de zona sitiada ha sido la clave para priorizar las zonas en cuanto a respuesta humanitaria y para presionar a las par tes responsables del sufrimiento de la población civil sitiada con el fin de que consideren sus obligaciones al amparo del derecho internacional humanitario. Damos la bienvenida a los esfuerzos que la ONU está realizando para establecer un sistema de aler ta temprana que vigile y haga saltar la alarma cuando una situación empeore, con un enfoque mayor sobre la valoración de las necesidades de la población en una zona determinada, y menos su mera clasificación. Si se trabajase adecuadamente, este sistema también haría seguimiento de la situación en zonas que la ONU no ha listado como sitiadas, pero que están en riesgo de serlo, o donde las necesidades crecen rápidamente y se debería prestar más atención antes de que sea demasiado tarde.

Con independencia de la definición y la categorización, el devastador impacto de estos asedios sobre las vidas de los niños y las niñas es indiscutible.

Introducción

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2016-03-09T08:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/281573764798733

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