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VILLA PANZA

El refugio del arte americano en Europa...

A una hora en coche de Milán se encuentra Villa Panza, un museo que alberga una de las colecciones de artistas americanos contemporáneos más importantes de Europa.

Cuando uno llega a la ciudad lombarda de Varese, llama poderosamente la atención sus majestuosas villas, que parecen sacadas de una película de época. Y es justo ahí donde se encuentra Villa Panza, construida en el siglo XVIII y que toma su nombre de la colina sobre la que descansa y que fue durante años la residencia de Giuseppe Panza (Milán, 1923-2010), un coleccionista milanés que a lo largo de su vida recopiló una increíble selección de arte internacional contemporáneo (especialmente estadounidense). Quizá por ello, su colección está considerada una de las más grandes y más completas de Europa y a donde acuden cada año millones de turistas dispuestos a disfrutar de este importante legado artístico y cultural.

Un prescriptor del arte Giuseppe Panza fue un mecenas que mostró un profundo interés por la historia del arte desde una edad temprana. A principios de la década de los 50 se mudó a Estados Unidos donde, tras completar sus estudios, entró en contacto con el incipiente movimiento del expresionismo abstracto, que le causó una profunda impresión. Y así fue cómo comenzó a comprar sus primeras pinturas, centrando su atención desde el principio en artistas desconocidos para el público en general. Quienes le conocían decían que nunca adquirió una obra si no sentía una estrecha conexión con ella y que centró su interés casi exclusivamente en artistas emergentes, cuyas obras podía adquirir a buen precio y en grandes cantidades. Quizá por ello, el primer cuadro que compró para su colección fue adquirido en 1956 y fue un Tápies, del que le atrajo el pesimismo que desprendía. No podemos dejar pasar que hablamos de una época en la que Europa no miraba hacia el arte americano, y que Panza comenzase a coleccionarlo, fue un paso importante y una manera de apostar por un ambiente lleno de vitalidad.

Sus inicios A finales de los años 50 comienza a comprar obras de Rothko, Rauschenbergs o de Kline. Y ya en los años 60 opta por otros artistas como James Turrell, Maria Nordman y Robert Irwin, obras de Dan Flavin, Phil Sims, David Simpson, Ruth Ann Fredenthal, Stuart Arends, Max Cole. También artistas menos conocidos que los anteriores pero a quienes Panza identificó como potenciales del arte para las generaciones futuras. Todo ese legado se trasladó hasta Villa Panza, donde, por ejemplo, en la parte superior existe una zona dedicada a Dan Flavin y a sus esculturas, y es uno de los espacios permanentes más extenso dedicado a este artista. Tampoco podemos dejar pasar que este museo alberga una de las mejores colecciones de arte africano y precolombino.

¿Qué exposiciones podemos ver? Tras muchos meses de cierre debido a la emergencia sanitaria, ya ha comenzado la reanudación de actividades y la reapertura al público de Villa Panza. Hoy, este lugar ofrece no solo la exposición permanente creada por Giuseppe Panza, sino que, gracias a FAI (Fondo Ambientale Italiano), alberga exposiciones temporales de grandes artistas contemporáneos, nuevas obras de arte, muchas de ellas obras específicas del sitio, dedicadas a este maravilloso lugar. De hecho, hasta el próximo cinco de septiembre se podrá visitar la exposición “Sudden Time” de Chiara Dynys y Sean Shanahan, que reúne ocho grandes instalaciones de estos artistas creadas entre 2018 y 2021 y exhibidas en los espacios de las cabañas de la Villa en la planta baja, el gran establo, el pequeño establo y

las dos cocheras y en el parque. Algunas de estas obras se han creado específicamente para los espacios de la villa y en el centro están temas como la luz y el color. Sin duda una oportunidad única de contemplar la obra de dos artistas, conocidos y apreciados por el coleccionista Panza. Unas obras que, por cierto, también se exponen en los más importantes museos internacionales: desde el Museo Guggenheim de Nueva York hasta el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA), pasando por el Hirshhorn Museum de Washington D.C., la Albright-knox Art Gallery de Buffalo y el Museo Cantonale d’arte de Lugano.

Un maravilloso jardín Pero conozcamos más detalles de esta villa que se construyó a lo largo del siglo XVIII para que la marquesa Paolo Antonio Menafoglio la convirtiera en una finca para descansar y organizar fiestas y eventos. De ahí viene que tenga forma de U con el patio que da al jardín, para crear un ambiente íntimo y privado. Alrededor de la Villa, podemos admirar un parque de estilo inglés de 33.000 metros cuadrados hace que la mansión sea aún más fascinante y da la oportunidad de disfrutar de un tiempo libre rodeado de arte y naturaleza: no sólo árboles y rincones románticos, sino también sorpresas inesperadas dadas por el proyecto Arte en la Naturaleza, que muestra obras específicas para el parque creadas por Stuart Ian Frost, Bob Verschueren y Peter Randall-page.

Una visión única Durante una de sus últimas entrevistas al diario italiano II Sole 24 Ore, Giuseppe Panza expresó así su propia visión del coleccionismo: “Una colección es una historia, un proyecto cultural y por ello siempre he sentido fuertemente el deseo de hacer accesibles las obras a todos, es la función del arte, que si se queda en una casa sirve de poco”. Por eso, una visita a Villa Panza se convierte en un plan recomendable para conocer el museo de un hombre que intentó comprender, a través del arte de su tiempo, al hombre contemporáneo y las transformaciones que estaba sufriendo.

Villa Panza

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2021-07-31T07:00:00.0000000Z

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