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La Foleia

Texto: Ainhoa Diez Fotografía: Filippo Bamberghi

Son muchos los motivos para visitar Italia. Además de la buena gastronomía de esta región mediterránea, más allá de la pasta, un paseo por sus calles basta para captar la esencia del buen gusto que heredó de su pasado como epicentro del Renacimiento. No conforme con ser la inspiración de grandes artistas, se ha posicionado como uno de los destinos más apetecibles gracias a la famosa hospitalidad de sus ciudadanos que hacen sentir como en casa a cualquier viajero. Esa misma es la esencia de los siguientes hoteles: delicias culinarias, buen gusto y un ambiente familiar.

Las ruinas antiguas y las obras de arte emblemáticas recuerdan al viajero que Italia es un país con historia. Esconde entre sus calles numerosos secretos para aquellos turistas curiosos dispuestos a dejarse encandilar por las leyendas de esta zona mediterránea. Cuál refugio escondido en una laguna de la región de Scerne, se encuentra uno de estos secretos. El Hotel la Foleia era una casa privada hasta ser descubierta por Gemma Richards y Niccolò Rignano, que lo convirtieron en un oasis de intimidad para hacer de Italia el segundo hogar de los viajeros.

¿Cuál es la historia del Hotel? El proyecto de La Foleia empezó hace dos años, cuando la familia de mi Niccoló compró el sitio a una pareja que había vivido aquí durante 20 años. Habían estado viviendo solos y querían a alguien que tuviese la misma visión. Tenemos un lago muy particular y los jardines, por eso querían a alguien que lo apreciase y no lo cambiase en ningún aspecto.

Después de un año en el mercado, creo que nos eligieron a nosotros porque estábamos realmente fascinados por la atmósfera de la zona. Cuando vinimos era enero, el lago estaba congelado, todo era gris, pero podías sentir algo especial. Está solo a 45 minutos de Milán, es al mismo tiempo tan fácil e inesperado de encontrar, como un pequeño oasis en medio del bosque.

Nosotros ya trabajábamos en el sector del alojamiento en Milán, alquilamos apartamentos y, de hecho, estábamos centrados en empezar un restaurante y un hotel boutique que abrirá el año que viene. Pero, cuando encontramos este lugar, estábamos cautivados. Aunque no era lo que teníamos en mente para expandirnos en ese momento, era tan increíble que dijimos: “De acuerdo, tenemos que hacerlo”. Desde ahí, todo fluyó solo.

Durante el confinamiento vivimos aquí. Al principio estábamos pensando en usarlo solo para eventos y sesiones de fotos, pero

después de eso pensamos que era increíble poder disfrutar el sitio noche y día. Así que básicamente rehicimos la casa. La Villa Padiglione solía ser solo un pabellón, es decir, era la habitación principal y un baño. Era preciosa, con una vista maravillosa, pero no tenía dormitorios. Como la casa ya tenía dos entradas separadas, decidimos convertir esta estancia en una independiente. Así que hace un año comenzamos las obras, no cambiamos la estructura ni nada por el estilo, pero añadimos dos habitaciones, dos baños y una cocina.

Esto hace que las casas sean completamente independientes, con el lago separándolas. Además, construimos una tercera casa más pequeña donde viven los cuidadores que, además de atender la propiedad, ayudan a los huéspedes a instalarse, se coordinan con el chef y los jardineros. Básicamente, administran el espacio.

¿Qué puede verse en los alrededores de la Foleia? Es un área increíble. Está a cinco minutos del Lago Maggiore, al norte hay una zona muy famosa por su producción de vino. Piamonte también es muy conocida por su vino, pero esta zona, que se acerca más a Lombardía, a pesar de no ser tan conocida es realmente estupenda y además del vino cuenta con una gran cantidad de espacios interesantes alrededor.

Por eso decidimos comprar un 4x4 y ofrecer un paquete de 360 grados para nuestros huéspedes. Organizamos tours especiales con el coche, al lago o a cualquier parte. Si quiere puede ir a la montaña o a una cata de vino. También hay otro lago que está un poco más lejos, Labrador, pero también es precioso. Desde el monte Monttarone tienes una vista panorámica de siete lagos, entre los que se encuentran los lagos de Maggiore, D’orta, de Varesse. Si hace bueno puedes incluso ver el principio de Milán.

Hay tantas posibilidades para explorar que queríamos darles a los huéspedes esa oportunidad de verlo todo de la mejor manera posible. También organizamos tours, picnics gourmet, incluso disponen de un barco privado para explorar el lago. Además, hay otra área en la propiedad que cuenta con dos piscinas naturales entre las rocas con agua que proviene directamente del río Tesino.

Entonces, ¿era una casa privada y la convertisteis en un hotel? Sí, exactamente. Por eso decidimos que solo alquilamos las Villas y no las habitaciones. Nació como una casa privada y todas las áreas son muy íntimas, esto es bastante extraordinario cuando te alojas en hoteles. De esta manera mantiene la idea de una casa, la privacidad del hogar, y al mismo tiempo tienes todos los servicios que tendrías en un hotel de lujo.

¿Qué gastronomía ofrece el hotel? La comida de Italia es increíble. Tienes de todo, desde un vino muy bueno, tanto rojo como blanco porque ambos son típicos, hasta una comida de calidad. Cómo Piamonte fue una colonia francesa, su gastronomía se ha visto muy influenciada. Hay mucho queso, polenta, carne… Podría decirse que encuentras la comida menos mediterránea de la región, en parte porque hace más frío y en parte por la cercanía de Francia.

Aunque hay unos restaurantes excelentes en la zona, lo que ofrecemos en la Foleia es comida tradicional y contemporánea. Intentamos atender las demandas de nuestros clientes, por ejemplo, si son huéspedes que han venido antes a Italia y ya conocen lo más característico les ofrecemos algo más creativo. En el caso contrario, lo mismo, cuando hemos tenido clientes que nunca habían probado la comida y querían probar todo lo tradicional les ofrecemos exactamente eso.

La Foleia está rodeado por mucha naturaleza: bosques, lagos, montañas ¿el hotel tiene alguna clase de compromiso con el medioambiente? Por supuesto, para mí y para Niccoló es un factor muy importante, especialmente porque tenemos el lago muy cerca y hay un ecosistema creado alrededor de él. Distintos tipos de peces, mosquitos, larvas, ranas y también patos que vienen en primavera. El hecho de que se crease todo esto aquí nos hace pensar que es muy importante que lo conservemos.

Tanto aquí como en Milán intentamos promover un negocio sostenible en todos los aspectos, aunque hoy en día es muy difícil mantener un proyecto que sea sostenible al 100%. Aun así, intentamos implementar algo un poquito más sostenible cada vez, por ejemplo, todos nuestros productos de limpieza son biodegradables, veganos y sin toxinas. Estamos empezando a instalar paneles solares que, junto con una bomba de agua en el lago, generan mucha energía. Queremos por lo menos compensar nuestro gasto energético con el uso de recursos renovables. Esperamos seguir implementando más mejoras a lo largo del camino, desde luego.

#6 Sumario

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2021-07-31T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282948158270371

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