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Sicilia, con Casa Giasola

Texto: Cistina a Prosperi Giannone

La mayor isla del mar Mediterráneo, Sicilia, una región espectacular que seduce a cualquier viajante, diversidad de paisajes y tesoros culturales son algunas de las cosas que vas a encontrar en este paraíso terrenal.

Una isla con una historia fascinante, gobernada en algún momento por árabes, griegos y aragoneses, es la mezcla perfecta de culturas y tradiciones, que con el pasar de los años los sicilianos han hecho suyas. ¡Y qué bien lo han hecho!

La variedad de paisajes en Sicilia da una increíble primera impresión.

Si aterrizas en el aeropuerto de la ciudad de Catania te encuentras primero con el majestuoso volcán Etna. Una ciudad dinámica, joven y barroca (también llamada la Milán del sur) es la segunda ciudad más grande de la isla, rozando el mar Jónico. Una ciudad que ha resucitado de varios desastres naturales, que a primera vista parece tener una apariencia oscura, gracias a las cenizas de la lava volcánica, pero que en realidad, tiene un alma muy alegre.

La mejor recomendación es viajar en coche por toda la zona sur oriental de la isla.

Si bajamos desde Catania hacia la provincia de Siracusa/ Ragusa, nos encontramos con el triángulo dorado de la Sicilia Barroca (Catania-siracusa-ragusa).

Este lado ofrece playas cristalinas, monumentos históricos, arquitectura barroca y ciudades reconocidas y protegidas por la UNESCO.

Siracusa es una ciudad rica en patrimonio cultural. Es curioso cómo estas ciudades logran mantener su identidad, siendo un lugar extremadamente turístico. En esta provincia encontramos la península de Ortigia, fue núcleo de los corintios, que fundaron la ciudad, y cuenta con ruinas romanas y griegas, muy bien conservadas que puedes apreciar a lo largo de la ciudad. Ortigia es mágica, no solo está rodeada de mar sino que también cuenta con un pozo de agua natural, la Fuente Aretusa, cuya leyenda de amor entre la Ninfa Aretusa y el dios del río Alfeo le da un toque de misticismo al lugar.

Bajando por la provincia, se encuentra la ciudad de Noto, un tesoro barroco que es una parada obligada. En esta ciudad se realiza la famosa “Infiorata di Noto” el tercer domingo de mayo. Se trata de una fiesta popular que cubre la Vía Nicolaci de diseños originales, hechos, en su totalidad, con flores. Con el paso del tiempo ha ganado más popularidad, recorre 122 metros de largo y termina en los pies de la Iglesia Montevergine.

Los diseños se realizan con tiza en el suelo para luego ir cubriendo con flores. Es un trabajo laborioso y delicado, que lleva varios días de preparación. Todos los años cambia de temática, en el 2021 pudimos disfrutar de un tributo al gran Dante Alighieri.

Módica Es la ciudad que vio nacer a mis ancestros, mis dos abuelos, nacidos y criados en Módica son la principal inspiración de Casa Giasola. Esta ciudad barroca con un encanto espectacular, me ha regalado algunos de los mejores momentos de mi vida.

Protegida por la UNESCO y famosa por la fabricación de chocolate granulado, método de producción que utilizaban los aztecas y que se sigue utilizando en la ciudad hoy en día.

Hogar de la famosa, y antigua, “dulceria” Bonajuto, donde no solo podrás encontrar chocolates hechos con cacao de todos los rincones del mundo, sino, los mejores cannoli de la ciudad.

Caltagirone Es un tesoro que conviene descubrir con paciencia y dedicación.

Esta ciudad, proclamada “La capital de la cerámica”, está focalizada en la promoción turística de la fábrica de artesanía, cuya tradición fue impulsada por los musulmanes sicilianos. Al caminar por la ciudad encontrarás numerosos artesanos con sus tiendas y laboratorios de cerámica, y seguramente encontrarás a alguno trabajando en su arte en ese momento. Podrás disfrutar viendo la magia del trabajo de la cerámica y sobre todo, lo excepcional de la pintura. Todo hecho a mano con un producto final que no encontrarás en otro lugar del mundo.

Al otro lado de la isla nos encontramos con la capital de Sicilia, Palermo. Una ciudad majestuosa, que ha tenido tres edades de oro: cartagineses, árabes y normandos. Los árabes la llamaban “Palermo Felicissima” (Palermo, la más feliz) la metrópolis más grande y bella del mundo.

Es una parada obligada para entender la cultura siciliana.

En Palermo encontraremos artesanos que continúan con la fabricación de cerámica, pero algunos con un enfoque más moderno, como Patrizia, nuestra amada artesana que nos provee de Corallina, Filomena, Ficazza y un arte que conserva los métodos tradicionales pero con un producto diferente y actual.

De este lado de la región encontramos las islas Eolias, un destino exótico, al que solo se llega en barco, donde podrás disfrutar de paisajes realmente vírgenes, playas cristalinas, montañas y hoteles de ensueño. Algo en lo que toda Sicilia tiene como punto común y prioridad es la gastronomía. La gastronomía siciliana es especial, la isla cuenta con un

suelo muy rico y un clima perfecto para el cultivo, y por supuesto, al ser una isla, los productos del mar son un plato fijo en las mesas de los sicilianos. Pez espada, pulpo, cítricos, atún, pistachos, almendras y ricotta, son algunas de las especialidades sicilianas que están presentes a lo largo de todo el territorio.

Las recetas familiares tienen un lugar importantísimo en las tradiciones, vienen de muchas generaciones atrás y son profundamente respetadas, no es nada extraño que al preguntar por alguna receta, te responderán: “es la receta de mi nonna”.

La isla no se queda atrás en la innovación culinaria, pero logran siempre avanzar y seguir respetando las tradiciones.

La autenticidad es parte del bagaje culinario de la región. Los sicilianos conocen su cultura culinaria, la

estudian, la entienden y respetan el producto, esto es lo que diferencia la comida siciliana del resto de Italia.

Sicilia es famosa por sus preparaciones con tomates, una fruta que da lugar a las recetas más célebres de la ciudad. Los tomates secos son algo que tienes que probar en Sicilia, el sol inclemente del Mediterráneo da como resultado el perfecto proceso para secar esta fruta al aire libre.

El “street food” es algo importante, preparaciones que, lejos de ser sencillas, están presentes no solo en restaurantes, sino en cualquier mercado, café o puesto de comida en alguna feria. Puedes comer a cualquier hora del día.

Entre las recetas más famosas están los arancini, es una “bola” de arroz, empanada y frita. Existen diferentes rellenos, pero la más famosa es la de ragú con queso. (Foto arancini)

Los dulces sicilianos son protagonistas, cannoli, cassata, gelato y “frutta martorana”.

Para mi, no existe mejor postre que el cannolo siciliano. Un postre en forma de “tubo” que consiste en una masa frita, rellena (comúnmente) de crema de ricotta fresca, coronada con granela de pistacho.

Sicilia es un paraíso en todos los sentidos. La sencillez de lo cotidiano es de las experiencias más bellas y profundas que he podido vivir. Un estilo de vida simple, pero que es excepcionalmente mágico. La vida, rodeada del mar, familia, amigos, buena comida, buenos vinos, a los sicilianos, no les hace falta más.

Todo lo cotidiano se vuelve excepcional en Sicilia. Visitar esta isla te cambiará para siempre, querrás vivir a la siciliana, por siempre.

Estar en Sicilia te hace ver el mundo con otros ojos, es majestuoso, salvaje y único.

No hay el menor soplo de brisa; sólo la marcha del barco turba la calma del aire dormido sobre el agua. Las orillas de Sicilia y de Calabria destilan un aroma de naranjos en flor tan intenso que todo el estrecho está perfumado, como si fuera la habitación de una mujer Sicilia - Guy de Maupassant

Roberto Di Alicudi

es-es

2021-07-31T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/283695482579875

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