Podemos oficializó ayer su ruptura con Sumar para que sus cinco diputados pasen al Grupo Mixto en el Congreso. La organización advierte que ejercerá presión al Gobierno de Pedro Sánchez en la negociación de los Presupuestos del Estado, lo que complica una legislatura que ya se presentaba difícil para la coalición de PSOE y Sumar.

El partido de Ione Belarra incumple así el acuerdo con la plataforma de Yolanda Díaz, que lo comprometía a permanecer en el grupo “durante la completa duración de la legislatura”. Javier Sánchez Serna, de Podemos, justificó la decisión en asegurar su “capacidad de hacer política”. Sumar les advirtió que no pongan en riesgo el Gobierno progresista. El anuncio provocó la dimisión del líder de Podemos en Madrid, Jesús Santos, y el abandono de la militancia en el partido de Jessica Albiach, presidenta de En Comú Podem en el Parlament.

Al PSOE no le quedará más remedio que abrir un nuevo frente negociador. Si Podemos vota contra el Gobierno, hará fracasar proyectos legislativos. Si se abstiene, solo saldrán adelante si se salvan todos los demás apoyos. Las leyes orgánicas requerirán siempre su voto para alcanzar la mayoría absoluta.

Era la crónica de una ruptura anunciada. Podemos oficializó ayer su salida de Sumar para pasar al Grupo Mixto en el Congreso. Después de meses de desavenencias tras un pacto, también muy complejo, para concurrir juntos el 23-J, el partido de Ione Belarra da el paso definitivo y consuma su fractura con la coalición de Yolanda Díaz. La legislatura se complica aún más para Pedro Sánchez. La organización, que hizo la decisión el mismo día que se conoció la renuncia del coordinador autonómico en Madrid, Jesús Santos, entre fuertes criticas a la dirección, advierte que ejercerá presión al Gobierno para negociar ya los próximos Presupuestos.

Según ha podido saber EL PAÍS, Podemos incumple el acuerdo bilateral alcanzado con Sumar, que hasta ahora no se ha hecho público. En el punto 10, sobre el funcionamiento del grupo parlamentario, se establece que se formará “un solo” grupo y que Podemos “se compromete” a permanecer en este “durante la completa duración de la legislatura”.

La portavoz parlamentaria de la coalición de Díaz, Marta Lois, expresó su “sorpresa” por haberse enterado de la noticia por los medios —a la vez que la responsable de Organización, Lilith Verstrynge, llamaba a un asesor del equipo de la vicepresidenta segunda— y aseguró no compartir la “visión victimista” del partido, a la vez que reclamó “política de altura” en un momento de “hostigamiento” de la derecha y la extrema derecha al Ejecutivo. “No me cabe en la cabeza que ningún diputado de Podemos quiera remar en contra y poner en riesgo el Gobierno progresista”, señaló la diputada, para quien la ruptura no es solo con el pacto sellado con Sumar, sino con los “más de tres millones de ciudadanos” que los votaron. Aunque Lois no quiso calificar el comportamiento del partido como “transfuguismo”, fuentes del grupo sí tachan así la acción. La dirección del grupo trabaja ya para revertir los nombramientos en las comisiones donde Podemos tiene representación en varias de ellas.

Tal y como adelantó Diario Red, el medio dirigido por el fundador de Podemos Pablo Iglesias, y verbalizó minutos después el portavoz Javier Sánchez Serna, la formación, con cinco diputados, inicia una nueva etapa fuera del grupo. Sánchez Serna aseguró que van “a seguir trabajando con total autonomía”, una de las cuestiones, la de la posición propia, que llevaban reclamando tiempo a Sumar. Además de él, pasarán al Grupo Mixto la secretaria general del partido, Ione Belarra; la coordinadora en Andalucía, Martina Velarde; la exconsejera canaria Noemí Santana, y Verstrynge. A partir de ahora, compartirán espacio con BNG, UPN y Coalición Canaria.

La relación entre ambas formaciones estaba ya muy deteriorada. La ruptura con Sumar y ese aterrizaje brusco en el Grupo Mixto persigue asegurar “la capacidad de hacer política en el Congreso y seguir garantizando las transformaciones valientes”, dijo

Serna en una breve declaración durante el Pleno en el que compareció el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para informar de la postura del Gobierno sobre el conflicto en Oriente Próximo. Belarra había solicitado intervenir en esa sesión, petición que fue rechazada por la dirección del grupo, que eligió al exembajador ante la ONU Agustín Santos Maraver, y de la que los cinco parlamentarios de Podemos decidieron finalmente ausentarse.

Repercusión económica

En palabras de Sánchez Serna, la decisión adoptada oficialmente ayer está motivada por la falta de capacidad de “hacer política” dentro del grupo parlamentario, bien sea en forma de intervenciones en pleno (no ha habido ninguna desde la constitución de las Cortes en agosto) o de presentación de proposiciones de ley o mociones, que no pueden presentar sin el visto bueno de otro diputado autorizado. “Las reglas no son iguales”, denunció. Podemos también se quedó fuera del reparto de portavocías del grupo el pasado septiembre, que sí se concedieron a Catalunya en Comú, Compromís o la Chunta Aragonesista. “Hemos intentado hacer todo lo posible, pero se ha demostrado imposible”, dijo el diputado.

Con la salida, Podemos incumple el acuerdo bilateral con Sumar, que en su punto 10 incluía también que la portavocía y la suplencia correspondieran “a la persona designada por Movimiento Sumar”. El funcionamiento “se regirá por un reglamento que respetará los acuerdos adoptados en estos protocolos y se acordará entre las fuerzas políticas que componen la coalición”, según el mismo punto. Sobre participación política, el documento no otorgaba a Podemos ninguna representación específica, como tampoco lo hacía sobre el reparto de comisiones (aunque finalmente presiden una de las seis que dirige Sumar, la de Derechos Sociales, el mismo porcentaje que representaban: cinco diputados de 31).

Fuentes de Podemos señalan que su salida no tiene tampoco grandes repercusiones económicas. La coalición electoral otorgaba a Sumar el 23% del reparto de las subvenciones y mantiene intacta la más importante, la del Ministerio del Interior.