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Subidas del 100% en el coste de materiales retrasan la obra civil y privada en Cantabria

▸ Al incremento del precio de la madera, el cobre, el aluminio, el acero y otros productos se suma la tardanza en el envío de suministros ▸ Para los constructores la situación es «insostenible» y la Administración actualiza las ofertas de licitación con

ÁLVARO MACHÍN

El proyecto para unir el polígono de Morero (Guarnizo) con Liaño ya estaba adjudicado. Era cuestión de empezar. Pero no. La adjudicataria (una UTE, AscánDragados) renunció debido al «encarecimiento de las materias primas» y el contrato quedará resuelto. Inasumible. A la licitación del Ayuntamiento de Torrelavega para cubrir una pista polideportiva en Nueva Ciudad no se presentó ninguna oferta. Desierta. Marcha atrás y actualización del precio en los pliegos (volverán a sacarlo en breve). En la Asociación de Constructores Promotores aseguran que «los sobrecostes están superando el doble de lo previsto». Que el precio de las materiales básicos se ha disparado, de media, en torno «a un 106%». «Insostenible a corto plazo». Problemas con los precios y, ante la escasez de algunos materiales, también con los tiempos. En la obra civil y en la edificación privada. «Los presupuestos que se dan ahora –apuntan los constructores– tienen validez de una semana como mucho». Para muestra, un botón. Una familia que lleva años intentando hacerse una casa en el pueblo. Tras años para superar unos problemas administrativos llega el momento. En marzo empezaron con los presupuestos. Desde entonces, revisiones permamentes. «En menos de veinte días, en uno nos lo han subido 20.000 euros». «Y no se comprometen a mantener el precio en partidas como la estructura (por la oscilación en el acero), la carpintería exterior (por el incremento de aluminio y vidrio), el zinc (por lo mismo) e incluso las tejas, que también creen que subirán». Están «preocupados», no les queda otra que «recortar sus planes» y, con todo esto, «el inicio de la obra –dice ella– a mí no me hizo casi ni ilusión».

Es un resumen del panorama. Construir se ha puesto más caro que nunca. Y tiene consecuencias para las Administraciones, para las empresas y, en algunos casos, para los clientes particulares. Lo mejor para empezar es una batería de datos. Según la Asociación de Constructores de Cantabria, por poner unos ejemplos, el aumento del precio del acero corrugado está por encima del 78% y el del cobre sobrepasa el 102%. En el caso del aluminio es más de un 56% y la madera es ahora más de un 100% más cara.

A partir de aquí, hablan las partes. «Evidentemente, las Administraciones no podemos permanecer ajenas, aunque el margen de maniobra una vez adjudicada una obra es muy limitado», apunta César Díaz, concejal de Fomento en Santander. Habla, por ejemplo, del caso del centro cívico de Cueto. «Estos factores externos, sumados a otros internos de la propia empresa, están afectando a la normal ejecución de los trabajos». Para una obra en marcha, la figura de la revisión de precios existe, pero con unas condiciones que difícilmente se pueden aplicar.

«Los proyectos deben apoyarse en una base de precios lo más actualizada posible», dice Díaz por un lado, y, por otro, apunta que «serán las empresas que opten a la licitación de las obras las que tengan que ajustar sus ofertas económicas al contexto que exista en cada momento».

En Torrelavega concretan ese discurso. La licitación de la pista polideportiva que se quedó desierta les obligó a actuar. «Hemos tenido que actualizar los precios de proyectos que estaban redactados hace ocho meses o un año. Devolvérselo a los redactores para actualizarlos», explica José Manuel Cruz Viadero, concejal de Obras en Torrelavega. ¿Cuánto? Pues con subidas de entre un 5% y un 20%, dependiendo de los materiales para el trabajo concreto. Es decir, que los aumentos de los costes en las obras en marcha se ‘los comen’ las empresas, pero el Ayuntamiento está revisando los precios de los próximos proyectos. Eso, y concediendo alguna moratoria «justificada» por la tardanza en recibir material (el edil habla de una obra de iluminación que se retrasará por este motivo).

Al consejero de Obras Públicas le cuadra esa actualización de precios en los contratos de entre el 5% y el 20%. Ellos también lo están haciendo. «Se actualiza el cómputo global de lo que supone la obra, porque si atendemos sólo a los materiales hay subidas del 100% en algunos casos». José Luis Gochicoa apunta a la Ley de Contratos, que es estatal, y a su carácter restrictivo en torno a las revisiones de precios. No cabe en obras con un plazo de ejecución de menos de dos años y los límites que se ponen en porcentaje de

Consejería de Obras Públicas

«El problema es que la ley es muy restrictiva sobre las revisiones de precios en las obras en marcha»

Ayuntamiento de Torrelavega

«Hemos tenido que actualizar los precios de proyectos ya redactados entre 5% y un 20%»

Tecniobras

«No hemos subido el precio al cliente. Estamos asumiendo esas subidas a base de pérdidas»

Ayuntamiento de Santander «Las Administraciones no podemos permanecer ajenas, pero el margen de maniobra es limitado»

Asociación de Constructores «Sin revisiones puede resultar preferible abandonar una obra que asumir el incremento»

Familia haciéndose una casa «Revisan el presupuesto constantemente, en menos de veinte días nos han subido 11.000 euros»

obra ejecutada o en cuanto a los tiempos hacen «que en muy pocos casos tenga cabida». Adelanta, eso sí, que el Ministerio (antiguo Fomento) está en conversaciones con Economía y Hacienda para flexibilizar esas condiciones. Y que «debería ser rápido», a la espera de que haya una resolución de la Junta Consultiva. «Lo que haremos será adoptar en los pliegos esas medidas si se flexibiliza.

Nosotros entendemos que la mejor fórmula es que un mayor número de empresas se puedan acoger al índice de precios que se publica cada mes para evaluar los costes». Que las condiciones sean menos restrictivas. Para evitar lo que pasó con la obra de Morero –se resolvió el contrato– o lo que está pasando en la obra entre Villafufre y Saro. «Que la empresa está teniendo que asumir los costes.

Eso es un enorme problema, se lo agradecemos y estamos intentando luchar por evitarlo».

Los constructores

En esto inciden los constructores. «El encarecimiento de precios pone en peligro el equilibrio económico de los contratos y su ejecución, al tener que afrontar las empresas contratistas incrementos de precios superiores, según caso, al 100%». Porque el alza de precios es «generalizado». ¿Qué piden? «Mecanismos de revisión de precios específicos para los contratos de obras en ejecución». En tres frentes. «Una norma legal que permita resolver esta situación mientras persista esta espiral inflacionista de precio», la concesión de prórrogas por los problemas de suministro de materiales esenciales y, para los nuevos contratos, «mecanismos de revisión de precios en todos los pliegos». esa flexibilización de las condiciones que no convierta casi en una quimera una revisión de precios con la obra ya en marcha.

Porque –advierten desde la Asociación regional del sector– «en caso de no revisarse estos precios, podría resultar preferible abandonar una obra o un proyecto que asumir el incremento de los costes». Y eso tiene «muchos riesgos para todos». Para eso apelan a una frase, a un principio, de la obra civil. «Toda contratación no equilibrada acaba rompiéndose». Esa rotura es mala para el empresario, para la Administración y, finalmente, para la sociedad. Quiebras, trabajadores en paro, obras que se queden sin hacer... Por eso no pierden la ocasión de recordar que la construcción «supone un 10% del PIB del país y genera 1,3 millones de empleos a nivel nacional».

Afecta a la obra civil y a la edificación privada, claro. «En edificios iguales, una estructura de una obra nos va a salir un 40% más cara que la misma hace ocho meses», concreta José María Montes, responsable del Departamento de Construcción de la firma Tecniobras. «Sí que afecta, bastante». En hierros y aceros, aislamientos, carpintería exterior en PVC y aluminio... Así que su departamento cierra el precio con la promotora, y para las constructoras «acaba siendo imposible mantener ese precio». Ellos, dice, no lo están repercutiendo en el cliente, al que ya le fijaron una cantidad. Pero es, obviamente, «a base de aguantar y de asumir pérdidas». «A día de hoy lo estamos asumiendo a base de perder». Y otra cosa será el precio que pongan en las nuevas promociones. No quedará más remedio que subir.

Aunque también sufre los problemas de suministro –con retrasos en plazos «de material de alicatado, por ejemplo, que tarda más en llegar»– cree que sólo en un proyecto de los que tienen ahora mismo se van a ver afectados. «Nos retrasaremos un mes en el plazo», señala.

Y está, en el último eslabón, ese cliente que soñaba con hacerse una casa. «Ahora nos tenemos que sentar a negociar para eliminar, suprimir o directamente no hacer varias cosas». A estos precios no les llega.

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2021-11-29T08:00:00.0000000Z

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