Los radiólogos denuncian que la crisis de los cribados en Andalucía es estructural
El déficit de especialistas, según explican los propios profesionales, lleva a que se incumplan los plazos de comunicación en la mayoría de las pruebas diagnósticas
EVA SAIZ
El Gobierno de Juan Manuel Moreno tenía constancia de los fallos y retrasos en los cribados del cáncer de mama desde hace más de un año, pero solo cuando le ha estallado en forma de escándalo ha improvisado en apenas unos días un “plan de choque” para tratar de atajarlo. Las medidas que incluye ese plan, que implican la contratación de 119 profesionales, entre ellos 65 radiólogos, se circunscribirán casi en su totalidad al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde se han localizado, según la Junta de Andalucía, el 90% de los casos. “No estamos hablando de un problema de toda Andalucía, ni de toda la provincia de Sevilla, sino de un área muy concreta del Virgen del Rocío”, aseguró el presidente regional durante la comparecencia en la que anunció la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández. Sin embargo, los profesionales sanitarios consultados desmienten el análisis de Moreno: “Esto no es un error puntual, es estructural, no es algo simplemente del cribado de cáncer de mama, está pasando en todas las pruebas diagnósticas en cualquier provincia y en cualquier hospital”, advierte un radiólogo que, como todos los consultados por este diario, pide no dar su nombre ni su especialidad, porque asegura estar recibiendo presiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para no hablar con la prensa.
Los sindicatos llevan tiempo advirtiendo de las demoras en las pruebas diagnósticas, una tardanza que no se puede cuantificar porque desde hace cinco años la Junta de Andalucía no publica la lista de espera de las pruebas de imagen. “Dependiendo de la especialidad cambian los tiempos, pero hay demoras que rozan el año y eso puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte”, cuenta otra radióloga, que trabaja en uno de los principales hospitales de referencia de Málaga. “Esto afecta a los diagnósticos, a los controles oncológicos, a otros programas de cribado como el de cáncer de pulmón… Pacientes oncológicos que no tienen sus estudios hechos en tiempo y forma o que se han hecho su estudio de imagen, pero a los que no se les informa hasta dos o tres meses después”, abunda otro radiólogo de un centro hospitalario de Granada.
Todos los radiólogos consultados, que prestan sus servicios en hospitales de referencia de las provincias de Sevilla, Málaga y Granada, reconocen que están incumpliendo los plazos en la comunicación en la mayoría de sus pruebas diagnósticas (en el 80% de los casos), que están sujetas a los plazos de garantía establecidos en un decreto de 2004 —30 días en el caso de las notificaciones—. “La comunicación de las resonancias musculoesqueléticas está tardando más de tres meses, y allí puede haber metástasis, hay pruebas que se hacen y que están dos o tres meses a la espera de que alguien las vea”, explica la radióloga malagueña. “Hay personas que llevan ocho o nueve meses esperando una ecografía”, corrobora una compañera de un hospital de Sevilla. Otro profesional sanitario, que trabaja en el Virgen de Valme de Sevilla, cuenta que los cribados de cáncer de colon han estado paralizados durante un tiempo por la saturación, y fuentes sindicales corroboran que se ha estado tardando más de seis meses en informar de los resultados.
Y los radiólogos advierten: “Muchos pacientes oncológicos han fallecido por la tardanza en recibir los diagnósticos, pero ellos, a diferencia de las mujeres afectadas por los cribados, no lo saben. Las asociaciones de pacientes lo desconocen”, señala la radióloga de Málaga. “Lo del cánbado cer de mama es solo la punta del iceberg”, se lamenta su compañero de Granada.
Las fuentes del SAS consultadas no han confirmado ni desmentido la existencia de esos cuellos de botella en las pruebas diagnósticas denunciadas por los profesionales sanitarios con los que ha hablado este diario. Sin embargo, el presidente de la Junta, que a lo largo del pleno de control al Gobierno andaluz de ayer insistió en que la crisis de los cribados es un “problema puntual”, anunció la apertura de una nueva Unidad de Patología Mamaria en el antiguo Hospital Militar, dependiente del Virgen del Rocío, y otra de refuerzo del cribado de cáncer de colon, en el mismo centro hospitalario; además de una auditoría del resto de programas de cride la Junta —mama, colon y cérvix—.
Una de las razones de la sobresaturación del sistema es la falta de especialistas para analizar esas pruebas, entre ellos radiólogos. Por eso, los profesionales consultados cuestionan la viabilidad del plan de choque presentado por la Junta de Andalucía: “¿Dónde van a encontrar radiólogos, si no hay; si en la mayoría de los hospitales andaluces las plantillas no están completas, si no se sustituyen las jubilaciones ni las bajas por maternidad?”, coinciden.
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“Llevamos desde hace tiempo advirtiendo de la falta de radiólogos en España”, señala Pepe Albillos, presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERM). Andalucía es la comunidad con menos radiólogos de España, 7,2 por cada 100.000 habitantes, frente a los 9,15 de la media nacional. Las causas, según Albillos, hay que buscarlas en el incremento de la demanda de pruebas de imagen provocadas por la ampliación de los programas de cribados; por el hecho de que las patologías oncológicas se estan convirtiendo en crónicas.
Los radiólogos consultados dan por hecho que va a ser imposible contratar a los 65 especialistas que están previstos en el plan de choque. “No se pueden contratar porque no hay radiólogos, somos una profesión deficitaria, no hay paro”, dice el profesional de Granada. “Esta medida no se puede activar de hoy para mañana”, corrobora el presidente de la SERM. “Ninguno de los compañeros que hacen el MIR se quieren quedar, porque las condiciones laborales y sobre todo la estabilidad son mucho mejores en la privada. ¿Y ahora qué van a hacer? ¿Dejar sus trabajos para estar en la pública con contratos precarios?”, se pregunta la radióloga de Sevilla.
“Para que haya radiólogos se necesita incentivar a los que acaban la residencia para que se queden en la sanidad pública, los que ahora mismo están trabajando en ella, y contratar a radiólogos extranjeros formados en España”, señala Albillos. “Los problemas están en todas las especialidades”, advierte la profesional de Sevilla. “Es un error conceptual hablar de plan de choque, hace falta una adecuada estructuración de los recursos y que se dimensionen la demanda real y la actividad asistencial de Andalucía”, precisa su colega de Granada.
Según un estudio de la Fundación Idis que contiene datos relativos a 2020, la Junta de Andalucía concertó con las empresas privadas 22,8 millones de euros para externalizar servicios de carácter diagnóstico. “Nosotros tenemos las máquinas cerradas por las tardes, pero los recursos se destinan a la privada. Lo que se gasta en facturar a la privada para resonancias magnéticas se podría invertir en recursos para la sanidad pública”, se lamenta la radióloga sevillana.
“El cáncer de mama es solo la punta del iceberg”, explica un radiólogo de Granada
“Hay pruebas que se tarda hasta tres meses en verlas”, dice otra de Málaga
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2025-10-10T07:00:00.0000000Z
2025-10-10T07:00:00.0000000Z
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