Kiosko y Más

Nunca debió haberse producido

XABIER GURRUTXAGA

Sinceramente creo que la intervención de Otegi en Eibar ha restado credibilidad y reducido buena parte de la acogida que tuvo la llamada ‘Declaración del 18 de octubre’; documento que curiosamente no lleva firma, ni de Sortu ni de Bildu. Me temo que al poner al descubierto que la inclusión en la declaración de conceptos y palabras que no habían usado hasta ahora tiene una componente instrumental, al formar parte de una estrategia de negociación con el Gobierno dirigida a lograr la excarcelación de los presos, se habrá reducido el número de los ‘encantados’ e incrementado el grupo que el líder abertzale con acritud no disimulada denomina de los «enfadados». Me imagino también la satisfacción y alegría que produjo en el presidente Sánchez y en el PSOE.

Me consta que ciudadanos que se alegraron con la declaración del 18-O, al día siguiente se cabrearon al comprobar el carácter instrumental y la arrogancia que se desprende de manifestaciones como la siguiente: «Me alegro no tanto por lo que hemos dicho, que también, sino porque hemos vuelto a colocarnos en el centro del tablero, porque en este pueblo narcotizado hemos vuelto a hacer plas y darle una patada al hormiguero». Un error garrafal, pues en la declaración hay extremos nuevos, no asumidos hasta ahora, que podrían constituir una vía por donde la IA podría efectuar su tránsito hacia la plena homologación democrática.

Dos son esencialmente las novedades de la declaración, que precisan inexcusablemente de clarificación. En primer lugar, el reconocimiento de que el dolor causado «nunca debió haberse producido». Es preciso hablar con claridad, ese daño lo produjo ETA y solo se podría haber evitado de una manera: no practicando la violencia. Por consiguiente, si nunca se tenía que haber producido, la IA tiene que realizar una valoración de rechazo de esos actos de violencia, que causaron el dolor que ahora se dice que se siente como propio, y de la organización que los llevó a cabo.

Porque frente a esta posición comprometida, la IA bien podría resguardarse en la comodidad tradicional y afirmar que el dolor nunca debió haberse producido, pero que lamentablemente fue consecuencia del conflicto armado existente. En segundo lugar, la afirmación de que «debíamos haber logrado llegar antes a Aiete» apela a su propia responsabilidad al haber asumido durante décadas que la violencia era necesaria para conseguir objetivos esenciales de su proyecto. La IA debe asumir esta responsabilidad no solo por haber dado legitimación política a ETA, sino también por haber asumido respecto a dicha organización una posición subordinada y sumisa durante muchos años dentro del conglomerado político-militar.

La clarificación de estos extremos es imprescindible no solo para que Sortu y Bildu ganen el reconocimiento pleno sino también para ayudar a los presos que lo deseen a iniciar ese itinerario de reinserción mediante una revisión autocrítica sincera de su pasado, lo que implica necesariamente el reconocimiento del daño injustamente causado y el error que supuso la práctica de la violencia para tratar de conseguir objetivos políticos. Esa es la única vía inteligente y eficaz si se quiere ayudar a los presos.

POLÍTICA

es-es

2021-10-22T07:00:00.0000000Z

2021-10-22T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281964610919925

ABC