Fue deseo de San Pedro de Alcántara morir en Arenas de San Pedro, a donde pidió que le llevaran al agravarse su enfermedad. Tras un viaje duro desde Oropesa, ya que su estado de salud era muy delicado, el fraile fallecía al amanecer el 18 de octubre de 1562, corriendo la noticia de su muerte como la pólvora por toda la comarca y provocando gran consternación entre todos aquellos que le conocieron. De hecho, gentes de Arenas y de sus alrededores acudieron en masa a dar su último adiós al que por su ejemplo de vida ya consideraban santo.

Fue enterrado en la iglesia del convento que por aquel entonces se llamaba de San Andrés del Monte, el mismo lugar en el que el fraile había proyectado un nuevo convento de su reforma.

Ese último viaje, que el fraile, muy enfermo, realizó desde la localidad toledana de Oropesa hasta Arenas de San Pedro en compañía de sus protectores, los Condes de Oropesa, Fernando Álvarez de Toledo y su esposa Beatriz de Monroy y Ayala, se recuerda en Arenas de San Pedro desde hace casi ya un cuarto de siglo con una romeria en la que los peregrinos realizan el mismo trayecto que San Pedro de Alcántara realizó sabiéndose ya próximo a la muerte.

Una peregrinación que se realiza ya desde hace 24 años y que los peregrinos tradicionalmente hacen a pie pero también, en los últimos tiempos, en bicicleta y a caballo y que arranca el sábado más próximo al 12 de octubre, que es cuando el santo decidió emprender ese viaje, desde la ermita de la Virgen de las Peñitas de Oropesa, para llegar ese mismo día a Parillas a mediodía tras recorrer una distancia de 22,5 kilómetros. Los romeros, que en su mayoría regresan de nuevo a Arenas en autobuses, continúan su peregrinación el domingo desde el punto en el que lo dejaron, en Parrillas, y con dirección ya hacia tierras abulenses. En concreto, sus pasos, que rememoran los hechos en octubre de 1562 por el patrón de Arenas de San Pedro, se dirigen hacia Ramacastañas, para desde allí seguir en dirección hacia el Santuario de San Pedro de Alcántara de Arenas de San Pedro, donde llegaron tras recorrer algo más de 24 kilómetros.

HACE CASI UN CUARTO DE SIGLO QUE SE CELEBRA

BENDICIÓN. Una vez allí, y como es habitual, los romeros son reci

bidos por los Padres Franciscanos, y también bendecidos por éstos. Tras la bendición, disfrutan de una invitación a pastas y limonada.

Con la de este año ya han sido 24 las romerías con las que los devotos de San Pedro de Alcántara recuerdan ese último viaje de su patrón al convento que tiempo después se dedicaría al fraile alcantarino. El Ayuntamiento de Arenas es el encargado de organizar esta romería que, como ya ocurrió en la última edición, también este año contó con puntos de avituallamiento ambos días para repartir agua a todos los participantes.