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Las barbas británicas

Cabe la duda de si fue incompetencia, pero el Reino Unido ha creado un momento crítico en los mercados

jmuller@abc.es JOHN MÜLLER

RAY Dalio, el gestor de fondos que creó Bridgewater Associates, el mayor fondo de cobertura del mundo, ha culpado al Gobierno de Liz Truss de causar el hundimiento de la cotización internacional de la libra esterlina por pura «incompetencia». Según Dalio, la falta de previsión sobre la respuesta que darían los mercados a sus anuncios de bajadas de impuestos sin indicar de dónde saldrían los recursos o los ahorros que permitirían financiar esa política fiscal, sitúa el estándar del Gobierno del Reino Unido al mismo nivel que el de un país emergente o en vías de desarrollo.

En un hilo en la red social Twitter, el famoso gestor invitó a prestar atención «al error fiscal del Reino Unido»: «el pánico vendedor que está provocando la caída de los bonos, la moneda y los activos financieros del Reino Unido se debe al reconocimiento de que la gran oferta de deuda que el Gobierno tendrá que emitir (para financiar su déficit fiscal) es demasiado grande para la demanda». El resultado es que la gente huye, porque el mercado quedará inundado de deuda en una moneda «para la que no hay una gran demanda mundial», subrayó.

El Banco de Inglaterra intervino ayer para intentar sostener la reputación del Gobierno británico y anunció compras ilimitadas de deuda. No está claro que esto vaya a resultar tranquilizador. No se trata de un programa cualquiera de expansión de balance de un banco central que se anuncia tras una reunión regular de política monetaria, sino que, se trata, más bien, del anuncio de la ’japonización’ de la economía británica, un resultado que no es precisamente el que Truss y su ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, perseguían con su plan destinado a hacer crecer la economía.

El daño reputacional sobre la economía británica ya está hecho. El tenue velo que forma la credibilidad de unas finanzas bien conducidas ha quedado roto y tardará en ser reparado. El problema, como el propio Dalio ha advertido, es que ahora los mercados han saltado una barrera, se ha roto una situación de equilibrio, y no van a ser nada tolerantes con los gobiernos que hagan cosas similares, es decir que gasten más de lo que están ingresando o anuncien estímulos fiscales (mediante rebajas fiscales o más gasto) sin su correspondiente financiación.

Ahora mismo, España aún está protegida por el programa de financiación del Banco Central Europeo (BCE), pero éste se está cerrando. Este es un momento especialmente delicado, porque los mercados están inquietos y pueden salir disparando en cualquier dirección. La menor imprudencia puede despertar su atención y no tardarían en descubrir una debilidad ahí donde un político creía que había una fortaleza. Es lo que le ha pasado a Liz Truss, que creyó que el simple anuncio de una bajada de impuestos iba a despertar el aplauso global. Pues no. A los tenedores de deuda en libras no les hizo la menor gracia.

ECONOMÍA

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2022-09-29T07:00:00.0000000Z

2022-09-29T07:00:00.0000000Z

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