“Tras 17 años de grandes éxitos, los accionistas de La Fábrica de la Tele (Mediaset España, de un lado, y Adrián Madrid y Óscar Cornejo, de otro) han acordado poner fin a su relación societaria, habiendo iniciado ya el proceso con tal finalidad”. Este mensaje fue enviado ayer simultáneamente tanto por el grupo de comunicación (que poseía el 30% de la empresa) como por la productora.

El anuncio oficial de esta disolución empresarial coincide con la salida de Borja Prado como presidente de Mediaset España, seis meses después de que sus competencias quedaran reducidas a las relaciones institucionales.

Tras el anuncio de la ruptura entre La Fábrica de la Tele y el grupo de comunicación queda por saber quién se hará cargo de producir los tres programas que formaban parte del catálogo de la productora, y que siguen en la parrilla de sus dos cadenas principales: Socialité, Todo es mentira y Viajando con Chester.

Desde la cancelación de Sálvame y Sálvame Deluxe, que ocupaban una gran cantidad de horas en la programación

semanal de Telecinco, su productora, La Fábrica de la Tele, comenzó a crear contenido para otra plataforma, Netflix, con el reality Sálvese quien pueda, que ha liderado durante varias semanas su listado de programas más vistos. Hasta ese momento, la compañía trabajaba casi en exclusiva para Mediaset y, en alguna ocasión, para las autonómicas.

Las relaciones entre Mediaset y los accionistas de La Fábrica de la Tele quedaron tocadas en mayo, cuando la compañía anunció el fin de Sálvame. El fin de la colaboración se produce al tiempo que ganan peso en la cadena otras productoras como Mandarina, dirigida por Santi Botello y Pedro Revaldería.