Kiosko y Más

La Copa vuelve a ser lo que era

Dos finales, dos ‘semis’ y superadas las 22 eliminatorias a un solo partido que ha disputado demuestran que el torneo del k.o. es una prioridad para el Athletic

JON AGIRIANO

Los aficionados del Athletic cruzan los dedos para que el equipo continúe su gran racha en la Liga. No es que no se fíen de sus jugadores y de que no estén muy satisfechos con su rendimiento. Lo que sucede es que los disgustos de años anteriores, las muchas ocasiones desperdiciadas, les impiden quitarse de encima un cierto escepticismo terapéutico, el propio de los muy escarmentados. Aún así, la ilusión ha prendido con fuerza. Y no sólo en la Liga sino también en la Copa, que mañana volverá a vivir un nuevo episodio con el partido contra el Cayón en El Sardinero. Es más, en el caso de la Copa no hay ninguna razón para ser escépticos porque el Athletic es el equipo más fiable desde que el torneo inauguró su nuevo formato en la temporada 2019-20.

Curiosidades del fútbol. Toda la irregularidad que han mostrado los rojiblancos en la Liga durante estos últimos años, la sucesión de dientes de sierra en su trayectoria, los despegues y caídas vertiginosas, no ha existido en la Copa, donde el equipo está funcionando con muchísima seriedad. Es cierto que le falta dar el último paso, el del título, una herida abierta que no se puede ocultar y menos desde la derrota en La Cartuja ante la Real, pero en las cuatro últimas campañas el Athletic ha sido dos veces finalista y otras dos semifinalista, una racha que no tiene parangón desde el segundo lustro de la década de los sesenta, cuando el equipo empalmó tres finales, una semifinal y unos cuartos.

Los rojiblancos han superado las 22 eliminatorias que han disputado a un solo partido. Alguien dirá que la mayoría de estos cruces han sido ante rivales de inferior categoría y es verdad, pero también lo es que ha ido dejando por ahí cadáveres ilustres: el Barcelona (en dos ocasiones), el Real Madrid, el Betis, el Espanyol y el Valencia. Los que tenemos ya una edad, nos educamos en la EGB, vimos al Athletic ganar títulos y luego sobrevivimos a la travesía del desierto somos los que mejor sabemos apreciar estos datos. Y no porque tengamos un paladar más desarrollado sino porque no hemos podido olvidar esa larga época aciaga en la que la Copa, por primera vez en la historia del club, se convirtió para el Athletic en un torneo de segunda fila, casi en un incordio. O mejor dicho, en un lujo que el club, en un contexto futbolístico cada vez más amenazador para sus intereses, no se podía permitir. Por supuesto, nadie asumía esta dejación, pero se fue haciendo evidente. La Liga se convirtió en la prioridad absoluta.

Todos recordamos el dato de los 24 años que estuvo el Athletic sin jugar la final de un torneo que ganó en 24 ocasiones. Hablamos mucho de ello cuando se eliminó al Sevilla de Del Nido en 2009. Pero hay otro dato si cabe más demoledor: tras jugar y perder las semifinales de Copa de 1987 contra la Real, tuvieron que pasar 14 temporadas para que el equipo pudiera volver a alcanzar esa ronda. Fue en 2002, con Jupp Heynckes, ante el Real Madrid de Vicente del Bosque.

Cómo no celebrar, por tanto, estos nuevos tiempos en los que la Copa vuelve a ser lo que era y el Athletic afila con esmero su guadaña en este competición. Si el partido de mañana se me antoja poco más que un trámite no sólo es por la diferencia de calidad o por el hecho de los cántabros ni siquiera tengan la ventaja de poder jugar en su campo, sino por la seriedad con la que el Athletic se toma estos partidos.

En el caso de Valverde, además, podemos imaginar la Copa como algo personal, la gran espina clavada que tiene como entrenador del Athletic. Olvidemos el calvario de Torrelavega en 2004 y vayamos a las grandes oportunidades perdidas. De la final de 2015 en el Camp Nou mejor no decir nada, aunque cada año que pasa se hace más duro pensar cómo pudo caer el Athletic en aquel timo de la estampita. Y luego están las dos semifinales. La última contra Osasuna es muy reciente, pero yo recuerdo más la que se jugó contra el Betis en 2005. El Athletic fue superior en los dos partidos, pero terminó cayendo en los penaltis. Falló el último Ezquerro, que había desperdiciado una ocasión clarísima en los minutos finales, y marcó Luis Fernández, actual entrenador del Cayón, lo que son las cosas. Me encontré con Valverde al día siguiente y no he olvidado su gesto de tristeza, tan profundo que estoy seguro de que ese dolor antiguo todavía lo tiene ahí, muy al fondo, esperando la alegría que lo haga desaparecer.

El torneo es también ya algo personal para Valverde como entrenador del Athletic

DEPORTES

es-es

2023-12-06T08:00:00.0000000Z

2023-12-06T08:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282376929351248

Kiosko y Mas Sociedad Gestora de la Plataforma Tecnologica, S.L.